Ahora que ya sabes qué es el Storytelling te voy a dar unos tips para que puedas empezar a darle uso.
Si mi yo adolescente me estuviera leyendo tendría que excusarme… sí hijo sí, tú también has acabado danto ‘tips’.
¿Sabes? contar una historia no es un arte reservado solo para los genios literarios. No necesitas ser Stephen King para tejer una narrativa que enganche y convenza. Si tienes un negocio o te encargas del marketing, tienes una historia que contar. Y aquí te voy a enseñar cómo hacerlo sin complicarte demasiado la vida
Empieza por lo básico
Primero, deja de pensar que necesitas ser un escritor de renombre para contar una historia que atrape. No caigas en eso que llaman la parálisis por análisis. Lo que necesitas es conocer algunos principios básicos y ponerlos en práctica. Así que, toma nota y empieza a aplicarlos hoy mismo si puedes.
1. Conoce a tu audiencia:
¿Quieres captar la atención de tu audiencia? Entonces tienes que saber a quién te diriges, qué les interesa y qué les preocupa. No hay atajos aquí. Investiga, escucha y entiende a tu público. ¿Qué les quita el sueño? ¿Qué desean? Cuando conoces a tu audiencia puedes hablarles directamente, y eso es mitad de la batalla ganada.
2. Define tu mensaje:
¿Qué quieres que recuerden? Si tu mensaje es confuso, perderás la atención. Sé claro y conciso. Define qué es lo que quieres transmitir y asegúrate de que cada parte de tu historia refuerce ese mensaje. No te andes por las ramas. Ve al grano y dilo de forma que no lo puedan olvidar.
3. Crea personajes auténticos:
Las historias necesitan personajes reales. Tú, tu equipo, tus clientes… ellos son los protagonistas. Muestra sus luchas, sus triunfos, sus peculiaridades. La autenticidad es clave a la hora de contar tus historias. La gente conecta con personas. Deja que tu personalidad y la de tu equipo brillen.
4. Construye un conflicto:
Sin conflicto, sin evolución, no hay historia. Los retos y obstáculos que has superado son lo que hace tu historia interesante. No tengas miedo de mostrar los momentos difíciles. Esos son los que hacen que la gente se interese y quiera saber más. ¿Has enfrentado problemas? Cuéntalo. ¿Has superado obstáculos? Cuéntalo.
5. Ofrece una solución:
Aquí es donde entra tu producto o servicio. Cuéntales cómo les haces la vida más fácil. No es solo vender al uso, es mostrar el valor real. ¿Tu producto soluciona un problema específico? Muéstralo. ¿Tu servicio mejora la vida de tus clientes? Dilo.
Y hazlo de manera que resuene con las necesidades y deseos de tu audiencia.
Ser auténtico es vital:
Las historias falsas se huelen a kilómetros. Las redes sociales están llenas de esto, pero la gente no es estúpida. Pueden detectar una falacia desde lejos. Así que sé genuino. Sé tú mismo. No intentes ser algo que no eres. Por supuesto puedes inspirarte en tus referentes, como todos. Pero se real. La autenticidad construye confianza y la confianza genera lealtad. Y en el mundo de los negocios, la lealtad es oro.
¿No puedes hacérselo entender a tu jefe?
Tranquilo, no estás solo. Muchos tienen jefes que no entienden la importancia de contar una buena historia. De dejar de lado la chapa de siempre de describir las características del producto… No entienden que eso aburre a la gente, que no conecta. Empatiza un poco con ellos, tienen su punto de vista, que hasta hace bien poco ha funcionado muy bien.
Pero eso no significa que debas rendirte. poco a poco. Usa estos principios en la medida que te sea posible, muestra resultados y, eventualmente, verás el cambio.
Uno de los mejores modos de contar historias es el vídeo. Y, no se puede estar en todo. Echa mano de un profesional en este campo para que te ayude a llevar tus ideas al siguiente nivel.
*Fotografía de Etienne Girardet en Unsplash